La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, nuestra manera de ser y de comportarnos, los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen es la percepción evaluativa de nosotros mismos.
La importancia de esta se fundamenta en lo que concierne a nuestro ser, a nuestra manera de comportarnos y al sentido de nuestro valor personal. Por lo tanto, puede afectar a nuestra manera de estar, de actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás. Nada en nuestra manera de pensar, de sentir, decidir y de actuar escapa a la influencia de la autoestima.
Todos tenemos una imagen mental de quiénes somos, qué aspecto tenemos, en qué somos buenos y cuáles son nuestros puntos débiles. Nos formamos esa imagen a lo largo del tiempo, empezando en nuestra más tierna infancia. El término autoimagen se utiliza para referirse a la imagen mental que una persona tiene de sí misma, gran parte de nuestra autoimagen se basa en nuestras interacciones con otras personas y nuestras experiencias vitales y esta imagen mental contribuye a nuestra autoestima.
En virtud de este razonamiento, incluso los seres humanos más viles merecen un trato humano y considerado. Esta actitud, no obstante, no busca entrar en conflicto con los mecanismos que la sociedad tenga a su disposición para evitar que unos individuos causen daño a otros.
El concepto de autoestima varía en función del paradigma psicológico que lo aborde (psicología humanista, psicoanálisis, o conductismo). Desde el punto de vista del psicoanálisis, la autoestima está íntimamente relacionada con el desarrollo del «yo» (ego); por otro lado, el conductismo se centra en conceptos tales como estímulo, respuesta, refuerzo, aprendizaje, con lo cual el concepto holístico de autoestima no tiene sentido.
Al final la autoestima es una responsabilidad individual, por eso es «auto», y al igual que el autodesarrollo depende de cada persona.
“Si crees totalmente en ti mismo, no habrá nada que esté fuera de tus posibilidades.”
Wayne Dyer