Hemos crecido con la idea de no demostrar por lo que estamos pasando. Inclusive de pequeños al caernos lo primero que nos dicen es “No llores, no pasó nada”. Esto se queda en nuestro inconsciente.
Entonces crecemos escondiendo nuestras emociones, escondiendo nuestros miedos, enojos y tristezas, y esto a la larga puede dar lugar a enfermedades psicosomáticas.
Muchas veces aquel dolor de estómago, dolor de cabeza, dolor muscular, es causa de la somatización de nuestras emociones, miedos, enojos o tristezas que no dejamos salir y nos están comiendo internamente.
Es justo y necesario que cada día busques un momento a solas para identificar tus emociones, los miedos por los que estas cruzando en eso momento, los enojos que tuviste durante el día, así como tus tristezas.
Ya que hayas identificado cada una de ellas, háblate a ti mismo(a), busca si puedes hacer algo tú para solucionarlo.
Si no es así, busca primeramente a alguien cercano a ti para confiarle por lo que estás pasando, no es bueno que estes solo(a) en este proceso.
Lo ideal es buscar ayuda terapéutica, ya que existen emociones y pensamientos que has estado llevando por mucho tiempo, mas lo que tienes en tu presente; es como una bola de nieve que va creciendo con forme avanza y no se detiene.
Pero el terapeuta te ayudara a detenerla; la terapia te permitirá trabajar en cada una de las cosas que necesites, además de que serás escuchado, podrás expresar libremente tus emociones y pensamientos, tendrás un espacio para ti, podrás tomar consciencia de lo que ha estado pasando en tu vida, mejorarás tu bienestar emocional gradualmente, encontrarás respuestas en el camino, te conocerás, y comprenderás como afrontar ciertas situaciones que te quejan.
Busca ayuda terapéutica, ámate, piensa en ti. Es mejor pagar ahora por sesiones que te ayudarán a mejorar tu calidad de vida, que pagar un hospital por tu descuido emocional, trayendo consecuencias físicas. Hablar cura.
Psic. María Uribe Santiago
Consultora Hipnos Y Hermes