Siempre me ha apasionado hablar en las conferencias que he tenido oportunidad de dictar a alumnos de Universidad o Posgrado, acerca del tema de la evolución del rol del empleado y las necesidades generacionales de las personas trabajando en las organizaciones.
En lo personal, pertenezco a la Generación X. Sí, esa que se considera competitiva, apática e individualista. Sin embargo, a lo largo de «mi evolución» he adoptado muchas características de otras generaciones, como la «Y» o «Millenial», respecto a preferencias, estilos e interacciones. Es justamente por esta razón que el tema llama tanto mi atención.
Me encontré esta mañana con la imagen que representa gráficamente dicha evolución del empleado en las organizaciones y de inmediato conecté la imagen con el concepto del coaching; ya que si bien los roles, funciones y necesidades se encuentran en una constante evolución, muy rápida en los últimos años, el coaching proporciona un soporte, una herramienta muy poderosa que apoya a las personas que quieran iniciar o se encuentren en dicha evolución; a todos aquellos que centran su atención más en los resultados y en la creación de nuevos y diferentes caminos.