La palabra Ontología deriva de la palabra “ontos” que significar ser o ente y de la palabra “logos” que significa estudio, discurso, ciencia o teoría. Lo que en conjunto podemos definir a la “Ontología” como el “estudio del ser”.
Se conoce de igual forma como una rama de la filosofía, englobando temas existenciales. Teniendo como autores importantes de esta rama a los filósofos de la Grecia Antigua: Platón y Aristóteles, en el cual propusieron temas importantes de la existencia de Di-s y del ser humano.
Otros han intentado definir al “ser” como un meta-ser y así infinitamente. Schopenhauer deja de cuestionarse el “ser” basándose en la voluntad. Definiendo de esta manera que el “ser” será aquello que la voluntad quiere que sea mediante la afirmación de que el cuerpo es la máxima expresión o manifestación de esa voluntad, pues el vínculo entre el propio cuerpo y la voluntad es un modelo para interpretar la naturaleza del ser humano.
Mientras que Martin Heidegger nos habla de una ontología fenomenológica, en donde su teoría se basa en responder la cuarta pregunta Kantiana ¿qué es el hombre?. Esta fenomenología de Heidegger se define como la capacidad de ver lo que se nos muestra por nosotros mismos, por lo que esta fenomenología es conocida como la “ciencia del ser de los entes”y esta ciencia en resumen nos habla del “ser” desde la existencia del hombre de manera trascendental a través del tiempo.
Como podemos notar, la “ontología” tiene muchos autores, y de igual forma tiene muchas teorías. Una sub-rama de la Ontología es la “Ontología del lenguaje”, la cual propone un modelo de observación-acción que deriva a un resultado. Esto nos habla que las acciones que cada persona realiza van a tener ciertos resultados, y estos van a depender del tipo de observador que sea el individuo. Estas observaciones que hacemos nos van a abrir el camino a vislumbrar posibilidades de acción y estas posibilidades van a definir nuestros logros, la calidad de nuestras vidas y el tipo de personas que somos.
Dada esta importancia, el autor Rafael Echeverria (sociólogo y doctor en filosofía chileno y autor del libro “Ontología del lenguaje”) nos habla de esta “ontología del lenguaje” como la comprensión genérica de lo que significa el ser humano y sostiene la teoría de que hagamos lo que hagamos, digamos lo que digamos, siempre existirá una comprensión posible para el individuo. Y por ende, cada persona como “observador” interpretará las situaciones que se le presenten con forme a su experiencia y con lo que ha visto en los demás.
También nos menciona 3 postulados importantes sobre la “ontología del lenguaje” que nos llevarán a tener una introducción sobre el tema, ya que describe puntualmente cada uno en su libro y posteriormente tengamos esta curiosidad por leerlo:
-El primero es que desde el nacimiento, vamos a interpretar a los seres humanos como personas lingüísticas, ya que es clave para entender a los humanos y los fenómenos que ocurren entre ellos.
-El segundo es que los seres humanos interpretan el lenguaje de manera generativa. Y el lenguaje va a depender de las acciones, realidad y futuro de las cosas.
-El tercer y último principio es que pensamos que los seres humanos se crean por medio de un lenguaje. Es decir, crean un lenguaje y se reinventan a sí mismos cada día, cumpliendo un papel importante en el dominio de su vida y en el diseño del tipo de “ser” en el que quieren convertirse.
Mencionados estos puntos, podemos decir que no conocemos la realidad de las situaciones, sólo sabemos cómo observamos y cómo las interpretamos, pero hasta eso llega a ser relativo de acuerdo a nuestra realidad. Percibimos desde una perspectiva determinada, en un espacio y momento específico, por tanto, lo que podamos llegar a interpretar es limitado.
De igual forma, cada día nos enfrentamos a distintas experiencias de lenguaje; los integrantes de las organizaciones trabajan utilizando el poder del lenguaje y aprender a conversar se vuelve clave para la productividad y competitividad laboral.
De aquí la importancia del lenguaje, ya que nos lleva a tomar decisiones, resolver problemas, motivarnos, conducirnos y visualizar nuestro futuro. La manera de comunicarnos determina nuestro modo de ser y hacer.
Y tú ¿qué palabras y qué acciones eliges para entregar tu mejor versión a los demás y a ti mismo?